EL CONTRAPUNTO DE BACH

EL 2022 SE CUMPLIERON TRES SIGLOS DEL LIBRO I DE “EL CLAVECÍN BIEN TEMPERADO”, UNA DE LAS OBRAS CONTRAPUNTÍSTICAS MÁS IMPORTANTES DE JOHANN SEBASTIAN BACH. ESTA PRIMERA PARTE DEL CLAVECÍN CONTIENE 24 PRELUDIOS Y FUGAS, UNA FORMA DISTINTIVA DE CONTRAPUNTO QUE ESTÁ EN EL CENTRO DE LA MÚSICA DEL COMPOSITOR ALEMÁN. PERO ¿QUÉ ES EL CONTRAPUNTO?

Si bien todos hemos escuchado alguna vez el concepto de “armonía musical”, el término “contrapunto” no es tan común. Afortunadamente, el primero sirve para explicar el segundo. Por una parte, tal como describe el compositor ruso Nikolái Rimski Kórsakov en su célebre tratado práctico, la armonía musical tiene por objeto la construcción de acordes, relaciones y combinaciones entre ellos. El arte de la armonía, en su sentido más puro, puede apreciarse en los llamados “corales”, que suelen ser composiciones para cuatro voces. Es importante notar que el término “armonía” tiene el significado técnico recién descrito, pues no implica que algo sea necesariamente “armónico” al oído. De hecho, existen diferentes sistemas musicales y sólo algunos de estos son intuitivamente “armónicos”.

Por otra parte, siguiendo al profesor y compositor norteamericano Kent Kennan, el contrapunto es “el arte de combinar dos o más líneas melódicas de una forma musicalmente satisfactoria”. Por satisfactorio, se entiende que las líneas melódicas son independientes unas de otras, pero al mismo tiempo están completamente coordinadas entre sí bajo una lógica de reglas musicales. Esto parece paradójico, pero no lo es. La idea del buen contrapunto es que, si aislamos una voz, ésta posee un valor musical intrínseco. Al mismo tiempo, cuando esa voz se desarrolla junto a las demás, todas están coordinadas entre sí bajo alguna función específica.

El ejemplo más claro para ilustrar esto es la primera pieza del “El Arte de la Fuga”, obra que puede ser entendida como el desarrollo del arte del contrapunto en el clavecín. En este artículo breve, sólo cabe explicar muy resumidamente sus primeros compases, invitando al lector a escucharlos atentamente (recomiendo escuchar una versión para cuerdas de este contrapunto, la cual fácilmente se puede encontrar en Internet).

Manuscrito de "Preludio, Fuga y Allegro para laúd o teclado en mi bemol mayor, BWV 998" de Johann Sebastian Bach subastada por la casa Christie en 3 millones de dólares.

Los primeros cuatro compases cumplen dos funciones: especifican el tema del contrapunto y clarifican la tonalidad de la pieza con un arpegio de re menor. Luego de esos primeros cuatro compases, entra una segunda voz. El auditor atento podrá notar que existe una similitud entre esta nueva voz que entra y la anterior. Ciertamente, es casi el mismo tema, comenzando un intervalo (es decir, a una distancia) de quinta más arriba. Después de cuatro compases de esta segunda voz, aparece una tercera voz en el bajo que parte repitiendo lo mismo que hizo la primera voz. Posteriormente, entra una cuarta (y última) voz en una altura intermedia, la cual parte imitando la segunda voz que entró. Esto último ya supone un quiebre de Bach, porque generalmente las voces intermedias no entran al último, por el riesgo de que puedan pasar desapercibidas. El auditor atento podrá notar que todas estas voces tienen un valor musical intrínseco, pero a la vez están completamente coordinadas entre sí. Pueden existir juntas, pero también de manera separada. Es el arte de Bach, que nos invita a pensar la unidad y multiplicidad.

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