HABLEMOS DE REVOLUCIÓN:

DE PAUL KLEE AL ARTE INFORMATICO

Como parte de las vanguardias artísticas de la primera mitad del siglo XX, Paul Klee rompe moldes y crea su personal lenguaje pictórico. Saltando de lo abstracto a lo figurativo, y viceversa. Décadas después, el arte informático logra con computadores mover aún más el límite. El artista Frieder Nake revoluciona incluso la obra del propio Klee.

"Caminos principales y caminos laterales" de Paul Klee (1929). Óleo sobre tela / 83 x 67 cm / Museum Ludwig. Colonia

En el ámbito artístico, la primera mitad del siglo XX se caracteriza por la vertiginosa irrupción de los “ismos”, una serie de movimientos que, tomando el germen rupturista inaugurado por los impresionistas hacia 1870, dan pie a la revolución plástica de las vanguardias y la representación de nuevas realidades que van a ampliar los límites de lo que puede ser el arte: la creación del artista se independiza de las formas y colores naturales. Uno de sus protagonistas fue Paul Klee (Münchenbuchsee, 1879 – Muralto, 1940), quien destaca por recoger diversos movimientos de su tiempo, como el cubismo, el expresionismo y el surrealismo, entre otros, para desarrollar su propio lenguaje pictórico. Fluye libremente entre la figuración y la abstracción, en una exploración continua del color y la forma que lo llevó a producir casi nueve mil obras.

Ejemplo de este lenguaje es “Caminos principales y caminos laterales” (1929), pintura cuya composición tipo mosaico da la impresión, a primera vista, de ser una imagen abstracta. La obra se articula en una trama de rectángulos de diversos tamaños formados a partir de una red de líneas horizontales y verticales que subdividen el espacio, con colores dispuestos alternadamente que marcan el contraste entre las tonalidades frías y cálidas. Ese ritmo pulsante denota la formación de Klee en el violín e ilustra cómo la musicalidad atraviesa su arte.

El difuso límite presente entre lo abstracto y lo figurativo se vuelve evidente al tomar el contexto de esa obra: fue hecha poco después de un viaje a Egipto y se aprecia la inspiración directa de las vistas aéreas que presenció de los campos de cereales en el delta del Nilo. Sugiere así una asociación figurativa con el paisaje egipcio, encabezado por las onduladas franjas azules horizontales que rememoran el río. Al mismo tiempo, el título permite ver más allá: en el centro de la composición se aprecian dos rectas paralelas dispuestas de modo vertical, marcando el camino principal, mientras que a ambos lados de esta franja discurren de forma irregular los caminos laterales.

¿Qué quiere mostrar Klee con este juego de formas? Podemos dilucidar esta interrogante a partir de sus propios escritos: “El arte no reproduce lo visible, vuelve visible” (“Credo del creador”, 1920). La liberación de las restricciones formales propuestas por las vanguardias supone un tránsito desde la representación del mundo visible hacia la expresión; en este caso, hacia el mundo interior del artista. Por la correspondencia entre Klee y su esposa, la pianista alemana Lily Stumpf, sabemos que para esta fecha él estaba agobiado por su labor docente en la Bauhaus y cuestionaba su permanencia en dicha escuela. Frente a esta crisis, el cuadro de Klee se puede ver como una reflexión de sus propios caminos de vida, de lo ya recorrido y de las posibles vías que se abren a futuro. Esos cuestionamientos vitales quedan plasmados en la superposición de rectas impulsadas por los diferentes colores que dirigen la mirada desde la parte inferior hacia el elevado horizonte incierto.

 

Frieder Nake, "Homenaje a Paul Klee" (1965).

30 años después, el arte experimenta una nueva revolución: la tecnología se pone a su servicio y nace el arte informático, donde las computadoras son usadas dentro del proceso de creación artística. Bajo este contexto, los caminos de Klee son actualizados por el matemático y pionero de este arte, Frieder Nake (Stuttgart, 1938). Él toma la obra “Caminos principales y caminos laterales” como base para su “Homenaje a Paul Klee” (1965): usa la relación entre las líneas dispuestas por Klee para crear un algoritmo que determina los parámetros del dibujo generado mediante un plóter, con el cual es el computador el que define la composición a partir de una serie de variables aleatorias.

Así como la tecnología aeronáutica permitió a Klee reproducir una perspectiva antes inalcanzable para el ser humano, la obra de Nake resulta imposible sin la tecnología que lee la obra de Klee.

El arte informático, primera manifestación digital que decanta actualmente con el desarrollo del arte generado por inteligencia artificial, ejemplifica que las posibilidades abiertas por las vanguardias en relación a los límites del arte nunca más fueron cerradas y que su apertura sólo se ha hecho mayor ante el uso de la tecnología en conjunto con el genio humano. Eso le da vigencia a las interrogantes que los vanguardistas propusieron hace más de un siglo cuando cuestionaron la concepción del arte y del artista.

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