Huevón (weón), de lexía a perfume

WEON es un perfume creado por un italiano inspirado por la naturaleza chilena. El nombre del producto refiere a una de las palabras que por su virtual alta frecuencia de uso en el habla coloquial nacional suele identificar esta variedad lingüística del español.

A principios de este año la compañía italiana Spiritica, dedicada al rubro de la perfumería, lanzó al mercado su nueva fragancia: WEON, un perfume que, según su propio creador, Daniele Muratori, evoca su experiencia mística y espiritual en Chile. En efecto, el italiano ha afirmado que ideó esta esencia inspirada en los paisajes, aromas y sensaciones del desierto de Atacama, particularmente del Valle de la Luna. Esta noticia causó gran revuelo en las redes sociales y los noticieros del país, aparentemente, más por la denominación del bálsamo que por los motivos y contenidos del efluvio.

El nombre del producto refiere a una de las palabras que por su virtual alta frecuencia de uso en el habla coloquial chilena suele identificar esta variedad lingüística del español. Esto demuestra la importancia que los usuarios de la lengua le dan al vocabulario, sobre todo cuando se trata de un vocablo altamente característico de una comunidad. Ahora bien, ¿qué se sabe sobre esta voz?

¿Puede sostenerse la afirmación de que la lexía “weón” distingue el lenguaje de los chilenos? ¿A qué podrían deberse estos señalamientos? Primeramente, debemos señalar que el vocablo del que deriva la forma aquí tratada es “huevón”, compuesto por la raíz “huevo” y el morfema apreciativo aumentativo “-on”, registrado en muchas de las obras lexicográficas del español. Según estas, el lexema se encuentra presente, sino en todo, al menos en gran parte del mundo hispánico, con una larga historia.

La grafía seleccionada por la empresa Spiritica corresponde a una representación fónicas acortada de “huevón”. Esto debido a que, aparentemente, “weón” es la manera más común de producir la palabra en las conversaciones espontáneas, naturales y coloquiales entre los chilenos. Ciertamente, el compositor olfativo italiano relacionó dicha expresión con el país, por la sencilla razón de que la escuchaba habitualmente entre los interlocutores, no como insulto, sino, por el contrario, como fórmula de tratamiento positivo, según lo que él mismo ha expuesto en las entrevistas.

Entre las diversas explicaciones de esta peculiar dicción de la voz huevón, pueden indicarse dos razones. La primera se fundamenta en aspectos fonéticos-fonológicos relacionados con la velocidad. El habla rápida y descuidada lleva a que los sonidos de “huevón” se achiquen, pronunciándose como “weón”. La segunda razón se basada en aspectos pragmáticos-discursivos. Esta apunta a que la simplificación fónica de “huevón” podría funcionar como un mitigador del valor negativo, despectivo, original del vocablo. En este caso, la forma acortada (weón) exhibiría un valor más positivo, ligado a la familiaridad y amistad entre los interactuantes. Esta última idea, quizá, haya sido la que animó a Muratori a escoger “Weón” para su esencia, ya que ésta representaría la expresión de cercanía y calidez que identifica a los chilenos.

Más allá de estas u otras razones que hayan llevado a la empresa perfumista a la elección de “Weón” para su aroma, quisiéramos reflexionar, muy someramente, acerca de la importancia de las palabras en las lenguas, en relación con la construcción de las identidades o imaginarios sociales. Pues, las palabras, semánticamente contienen significados lingüísticos, pero también suelen estar cargadas de significados extralingüísticos o albergan en sí sentidos y valores culturales, sociales, ideológicos, etcétera.

Una creencia lingüística extendida en el país considera que los chilenos recurren a muchas groserías cuando hablan, al respecto, puede señalarse la típica expresión caricaturesca: “huevón, el huevón, huevón”. Así púes, entre las palabras malsonantes más frecuentes se encuentra, justamente, “huevón” o su dicción “weón”. De forma que esta junto con sus derivados léxicos (huevada, huevear, ahuevonado, etcétera) suele contemplarse como una de las más representativas del lenguaje de esta geografía. De hecho, “weón” se escucha a menudo en conversaciones de distintas índoles, lo que ha sido corroborado intuitivamente por Spiritica y Daniele Muratori al bautizar su colonia como lo hicieron. En efecto, “huevón” es tan importante en el léxico chileno que cumple funciones comunicativas variadas, como: insulto, vocativo, muletilla, hasta marcador discursivo, sobre estos puntos pueden revisarse las investigaciones de académicos de la talla de Darío Rojas Gallardo, entre otros.

No obstante, en la obra “Léxico Básico de Chile” –que recaba más de 4.000 unidades léxicas de textos escritos en el país– el vocablo “huevón” y sus derivados no son reportados. Contrario a la creencia popular, en este diccionario estadístico, “huevón” no se cuenta entre las primeras 100 lexías básicas, ni siquiera entre las 4.000 extraídas del corpus compuesto por 500.000 piezas analizadas léxico-métricamente. Este dato apunta a que la notoriedad del chilenismo podría acotarse a la oralidad, al habla coloquial/informal. Es decir, la aparición de la lexía se encuentra virtualmente restringida a textos escritos.

Contrariamente, en el Diccionario de uso del español de Chile (DUECh), sí se halla registrado el lema. Pues, esta expresión ha podido ser detectada de manera común en las conversaciones diarias, con un sentido positivo en la mayoría de las veces, tanto por los nacionales, como por los extranjeros. Esta popularidad léxica ha llevado a que el lexema sea considerado como una de las marcas lingüísticas identitarias del país. Pero debe acotarse que lo relevante de “weón” -al menos así lo ha justificado el perfumista- es su expresión de cercanía. Sin embargo, su origen negativo, vulgar e insultante menoscaba su carácter identitario, lo que le ha contado detractores del otro lado de la vereda, aquella que apuesta por la belleza y pureza del lenguaje.

Su uso extendido no debe dar cabida a la interpretación de que únicamente nos comunicamos con garabatos o que estos son las voces más asiduas en nuestro lenguaje. Pues, el uso de uno u otro tipo de palabras suele estar delimitado por las distintas situaciones comunicativas, muy complejas de hecho. Si bien la noticia de la creación de este perfume se enfocó en la lexía Weón, esta se ideó gracias a las bellezas naturales de Chile, a sus aromas sutiles y, sobre todo, al sentir y calidez de su gente.

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